miércoles, 31 de enero de 2007

° Sentimientos del Caribe° [[*Metafórico]]

...Yo pensé que volaba...Me sentía como flotando...pero cuando de pronto miré hacia atrás, ví mis huellas en la arena...y entonces comprobé que siempre estuve caminando, siempre con los pies en la tierra...Yo jamás me despegué de ahí...
Me quedé quieta un momento...mirando mis huellas, nostálgicas pruebas de un pasado reciente...recordando por un instante de donde venía...recordando...intentando recordar el origen de éste viaje...el porqué decidí viajar.
Y ví muchas cosas. Pasé la mano por los recuerdos...para desarmarlos un poco...para que se desvanezcan un segundo y así no me impidan seguir adelante. Entonces me di vuelta y continué mi camino...ahora un poco melancólica, porque descubrí que a pesar de haber desarmado un poco esos recuerdos a veces dulces...a veces amargos...ellos seguían ahí, vivos...presentes...
La arena comenzó a quemar mis pies descalzos; así que empecé a caminar mas cerca del agua...dejando que cada ola, en la orilla...moje un poco mis pies.
Luego el mar comenzó a llevarse mis huellas; a borrarlas sin compasión. Me detuve un instante a mirar nuevamente hacia atrás...y ya no habían huellas, ahora estaba solo yo.
Mis pequeños pies se enterraban cada vez que los mojaba el agua; y la espuma me hacía cosquillas, suavemente...era espuma blanca...muy blanca; esponjosa...helada. Era una sensación agradable...como comer chocolates tendida en la cama una tarde de lluvia... Pero el frío en los pies, me hizo recordar un invierno desolador...creo que fue el anterior a éste viaje. Y recordé momentos tristes...recordé que es verdad cuando dicen que el alma duele...y cómo duele...
Mirando pensativamente el horizonte...como cuando miras algo pero de verdad no ves nada...la vista está fija en nada...estática. Así estaba yo...pensativa, recordando como sentía tanto dolor en mi alma aquel invierno...El agua seguía mojando mis pies , me seguía enterrando en la blanca arena; y cayó una lágrima...pero solo una. Apreté mis ojos... Me sequé la mejilla derecha...miré mis pies, y seguí caminando.
Me gustaba esa sensación de flotar sobre la arena, sobre las olas que rompían en mis pies...y no sentía miedo de andar sola por ahí; se sentía bien y placentero. Con ese cálido y agradable viento que elevaba mi pelo y hacía chocar pequeños granos de arena en mi cara quemada por el sol.
Era relajante sentir el sonido del mar, las olas, la espuma absorvida por la arena.
Y comenzó a soplar mas fuerte ese típico viento de playa del caribe...y el pelo se me ponía en la cara...se remolineaba...se volaba...La piel se me puso de gallina... Volví a caminar por la arena seca otra vez. Y me tiré de una vez sobre ella...de espalda...con los ojos cerrados...Y luego, cuando abrí los ojos...de la nada apreció un cigarro en mi mano...encendido incluso. Comencé a fumar...y descubrí que no hay nada que te dé mas placer que fumar sentada en la arena blanca, mirando el mar y con un poco de viento...
Pensaba en tantas cosas, pero en nada. Observaba sin detenerme el mar...es tan grande... tan misterioso... De pronto pensé en lo que estaba ocurriendo en mi país...pero rapidamente lo saqué de mi mente.
Cuando terminé mi cigarro, me sentí un poco sola. Pensé en que quería seguir mi camino con alguien. Pero no confiaba ya en nadie como para elejirlo de compañero. Desconfiaba de todos aquellos que me huubiese gustado que me acompañen; y todos ellos me detestaban. Así que seguí caminando, mientras entonaba una canción...Y ahora había empezado a dejar huella denuevo. Nuevamente habría constancia de que anduve por ahí.
Me pregunté, a dónde van esas huellas que se borran con el mar...es extraño...es como si no hubiese existido en ese tramo del viaje...porque no dejé marca, no hay pruebas de que alguna vez pasé por allí.
Brillaba un sol lindo, grande. Estaba todo el cielo despejado; y tan azul, que se mimetizaba con el mar...se hacían uno. Esa sensación de que no sabes donde empieza uno y donde termina el otro. No importa. Yo seguí caminando.
Derrepente, miré otra vez hacia atrás...miré luego hacia adelante...y descubrí lo mucho que había caminado...lo mucho que me quedaba por caminar...me desesperé...me comenzó a bajar una angustia negra y desbordante...me puse a llorar como no lo hacía hace años; con tal fuerza, que no podía parar. Me senté de nuevo en la arena. Y lloré...lloré tan fuerte como pude. Y descubrí, que no podía dejar de mirar atrás. No podía evitar hechar siempre un vistazo al pasado. ¿Será que siempre el pasado está presente? ¿Será que nunca deja de ser pasado?...Me preguntaba una y otra vez. Y seguía llorando. Que pena...que dolor sentí...
Tenía mi cabeza apoyada boca abajo sobre mis rodillas.Y derrepente sentí una mano en mi cabeza... Una voz que me dijo que no valía la pena llorar por eso que estaba llorando.
Levanté la mirada...inhundada en lágrimas...lo veía borroso...pero lo miré a los ojos...me secó las lágrimas como lo hacía antes, y me preguntó si quería que me acompañe en el resto del viaje.
¿Cómo sé si confiar en tí?, le pregunté. No te pido que confíes, solo dime si quieres mi compañía. Afirmé suave con la cabeza. Así que me dió la mano, me ayudó a levantarme y seguimos caminando...por la orilla, mojándonos los pies.
No me atreví a preguntarle nada, pero en verdad quería preguntarle mil cosas.Había un gran silencio.
Y comenzó a contarme una historia...






***Escrito el 8 de Julio del Año 2005...
En mi mejor MomentoOoO!!!

(NUNCA ME PASÓ)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

un besote grande...te quiero mucho.......

Nelson Alvarez dijo...

Hola... llegué acá por casualidad... Por un momento me sentí caminando en la playa. Muy bueno!

Saludos

Nelson Alvarez dijo...

jaja si lo leí... aunque me demoré harto rato sip. jaja

Saludos!

Corazón Coraza dijo...

que puedo decir... excelente, disfrute la lectura... bastante metafórico (y como me encantan las metáforas...).
Que bueno encontrar blogs como estos... seguro seguiré pasando por estos lados!
saludos y gracias por tu comentario en mi blog!